Como humanidad, hemos logrado importantes avances y desarrollos a lo largo de la historia, contamos con tecnologías y maquinarias cada vez más sofisticadas que facilitan el trabajo, así como el acceso a un número incontable productos de consumo. La esperanza de vida es cada vez más alta para las diferentes poblaciones en el mundo con desarrollos en salud que logran un control más efectivo de enfermedades. Las edificaciones y construcciones son más altas y robustas ampliando la densidad y capacidad poblacional de las ciudades. El transporte marítimo, terrestre y aéreo ha evolucionado tanto que el desplazamiento entre territorios es cada vez más ágil, rápido y accesible. El acceso a Internet ha logrado una comunicación más efectiva y ágil casi que desde y hacia cualquier lugar del mundo.
Si bien se han dado transformaciones impresionantes e impensables, también hemos llevado a cabo acciones desmedidas que superan los límites naturales de los diferentes ecosistemas del planeta. Ya la naturaleza nos está comenzando a pasar factura, pues los recursos naturales son finitos y la escasez o ausencia de estos genera grandes consecuencias en nuestras vidas. Hoy estamos experimentando el cambio climático, situación que pone en riesgo el desarrollo de las diferentes formas de la vida en nuestro planeta.
Estamos presenciando como nuestras fuentes hídricas se estan secando o estan contaminadas por la intervención del sector industrial; algunas especies de la fauna y la flora están en vía de extinción o ya desaparecieron por la caza ilegal o la transformación de ecosistemas. Los bosques y las montañas están perdiendo sus colores verdes o se están desmoronando por la tala irresponsable. La contaminación del aire está poniendo en riesgo nuestra salud y calidad de vida.
Tomemos conciencia sobre las consecuencias de nuestras acciones y hoy, 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, sumémonos a ese llamado de poner en práctica acciones para mitigar los impactos nocivos al medioambiente que, en suma, ponen en riesgo la vida planetaria. A continuación, reconocemos las acciones de cinco países que para el 2022, según El Índice de Desempeño Ambiental (EPI por sus siglas en inglés), están más comprometidos con el medioambiente desde sus políticas y proyectos de desarrollo sostenible.
- Dinamarca. El pais está altamente comprometido con la disminución de emisiones al tener como prioridad la producción de energías renovables por medio del aprovechamiento y transformación del reciclaje y de las centrales de molinos eólicos. También ha disminuido el uso de automóviles incentivando el transporte saludable como la bicicleta y se han impuesto sanciones y altos costos para el consumo de energías no renovables.
- Reino Unido. Su principal proyecto es “Paisajes bioculturales indígenas para los medios de vida y la conectividad en Verapaces” el cual tiene como objetivo principal el cultivo de café y cardamomo desde procesos naturales sostenibles reduciendo las emisiones de carbono que estas generan, además de rescatar desde la siembra y la reforestación lugares que están altamente afectados.
- Finlandia. En este país incluye en su programa de educación temas que permitan la preservación del medioambiente. También, han logrado limpiar fuentes hídricas que estaban altamente contaminadas y han adoptado políticas que permitan preservar los bosques y hacer tala de manera responsable.
- Malta. Tiene una apuesta de financiación para las empresas de la isla que estén comprometidas con la preservación y el cuidado del medio ambiente. Esta iniciativa ha logrado disminuir de manera significativa los plásticos de un solo uso y generan investigación en envases que sean biodegradables o amigables con el medio ambiente.
- Suecia. La unión entre el sector publico y privado ha sido determinante para que en el país se creen políticas rigurosas que han llevado a la población y la industria a comprometerse con el cuidado del medioambiente y el reciclaje ha sido una fuente muy importante para la descontaminación del país y la creación de energías renovables.
Estos países son un claro ejemplo de que sí es posible el desarrollo sostenible de la humanidad y podemos innovar en tecnologías, políticas y acciones encaminadas a la preservación de los diferentes ecosistemas planetarios y a mitigar los daños al ambiente que hasta ahora hemos generado. Lograr que, por ejemplo, Colombia, nuestro país, entre en este ranking de sostenibilidad, además de las acciones políticas, en innovación y tecnología, exige que como ciudadanos asumamos un compromiso real y evidente con el medioambiente, además de que tengamos un sentido de pertenencia por nuestros territorios.